El Fiat 500e: ¿Un futuro incierto entre la electrificación y los motores de combustión?

Mientras las declaraciones de la industria automotriz apuntan a la electrificación total como el futuro inmediato, los vehículos eléctricos están generando dolores de cabeza a los ejecutivos automotrices: la demanda cae, persisten los problemas de infraestructura (escasez de cargadores, funcionamiento deficiente, sobrecarga de la red eléctrica) y aún no logran reducir significativamente los costos de producción y venta para hacerlos accesibles.

En este contexto, a pesar de la gran expectación inicial por la nueva generación del Fiat 500, que solo se vende en versiones eléctricas, las ventas no han alcanzado las expectativas, lo que ha llevado a la empresa a reconsiderar seriamente su estrategia para el Cinquecento.

Debido a la caída de la demanda, la planta italiana de Mirafiori, donde se fabrica el 500e, tuvo que suspender la producción hace unos meses y actualmente ha eliminado uno de los turnos. Las perspectivas para los próximos meses no son alentadoras y, para empeorar las cosas, el Cinquecento con motor de combustión, correspondiente a la generación anterior, dejará de fabricarse hacia julio debido a que no cumple con los requisitos de seguridad obligatorios que regirán en Europa ni con los de ciberseguridad. Si bien el modelo mantiene un buen nivel de ventas, su actualización requiere una inversión significativa que no justifica su continuidad.

Ante esta disyuntiva, la firma italiana tiene una posible solución: desarrollar una versión con motor de combustión del nuevo 500e, ya que este modelo sí cumple con todos los requisitos europeos. Sin embargo, el problema vuelve a recaer en los costos, ya que adaptar una plataforma diseñada exclusivamente para vehículos eléctricos para que funcione con un motor térmico también llevará tiempo y recursos. Se contempla la posibilidad de que el 500 incorpore una nueva versión híbrida suave, cuyas características aún se desconocen, pero la empresa podría aprovechar las mecánicas existentes dentro del Grupo Stellantis, como las que utilizan el Jeep Avenger o el Fiat 600.

Para amortizar esta inversión, la empresa deberá vender unas 100.000 unidades al año, el objetivo inicial de la marca para el citycar eléctrico. Si este proyecto recibe luz verde, esta nueva variante podría presentarse a finales de 2025 o principios de 2026.

Como dato anecdótico, el antiguo Cinquecento dejará de fabricarse en Europa, tal y como hemos mencionado anteriormente, pero no a nivel mundial: Fiat comenzará a fabricarlo en Argelia en las próximas semanas (con una capacidad de 90.000 unidades anuales) para abastecer a los países de África y Medio Oriente.

By Luca

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